La Antigüedad Tardía en la ciudad de Iesso (Guissona, Lérida). Una aproximación a través del análisis de algunos contextos estratigráficos

Abstract

Este trabajo analiza un conjunto de seis contextos estratigráficos que han sido descubiertos recientemente en la ciudad romana de Iesso (Guissona,Lérida); todos pertenecen a la época tardoantigua, un período hasta ahora prácticamente desconocido en este yacimiento romano del interior de Cataluña. Iesso fue fundada hacia el año 100 a. C. y el registro arqueológico muestra su evolución sin interrupción durante siete siglos. Gracias a las excavaciones en extensión, que en la última década ha realizado la Universidad Autónoma de Barcelona, se ha podido comprobar cómo la ciudad fue planificada siguiendo un urbanismo regular; está rodeada por una sólida muralla defensiva que delimita un área de alrededor de 20 ha. En los últimos años, los trabajos arqueológicos se han centrado en la zona norte de la ciudad, libre de edificaciones modernas, donde se han descubierto las termas públicas, dos cardines, una puerta de acceso, parte del interuallum, la muralla y varias casas particulares. Estos recientes descubrimientos arqueológicos han permitido avanzar decisivamente en el estudio del urbanismo de la ciudad y en su evolución histórica, a partir de la rica estratigrafía registrada. El estudio que presentamos se ha centrado, sobre todo, en los materiales cerámicos hallados en fosas y estratos de relleno, y que se adscriben al período tardoantiguo. A partir de los testimonios materiales disponibles, debidamente contrastados con la información de otros yacimientos de características similares, se propone una interpretación histórica sobre la evolución de la ciudad durante este período tardío: la ciudad fue parcialmente abandonada y, consecuentemente, el antiguo núcleo urbano se vio reducido. El papel que la ciudad había desempeñado durante la época imperial sufrió una transformación radical, aunque continuó como centro urbano durante el dominio visigodo hasta la irrupción islámica, y quizás se mantuvo y perduró más allá, hasta convertirse en la Gessone del siglo XI. Además, los materiales cerámicos importados demuestran una actividad comercial muy destacada para una ciudad tardoantigua del interior. Los materiales recuperados en los conjuntos estratigráficos estudiados son los siguientes: cerámica africana, ánforas orientales y vajilla narbonense (DSP), junto con otras producciones sud-hispanas y lusitanas. El análisis de estas importaciones demuestra que la ciudad mantuvo contactos, probablemente a través de la ciudad costera de Tarraco, con los circuitos comerciales mediterráneos del momento, prueba inequívoca de una cierta vitalidad ciudadana. Finalmente, cabría destacar la influencia que, en todo este proceso de transformación urbana, debió tener la primitiva comunidad cristiana, cuyos restos seatestiguan en el centro de la ciudad, bajo la iglesia de Santa María de Guissona.