Schalen mit S-förmigem Profil in der islamischen Keramik der Iberischen Halbinsel

https://doi.org/10.34780/8fd1-d367

Autores/as

  • Anja Heidenreich [Autor/a] (Otto-Friedrich-Universität Bamberg)

Resumen

Esta breve sinopsis sobre una forma de cuencos con paredes ligeramente curvadas encontradas
en la Península Ibérica pretende mostrar el panorama temporal y espacial de este tipo, desde sus principios
en las lozas importadas del Próximo y Lejano Oriente, pasando por las producciones altomedievales
de la Península Ibérica, hasta su paulatina extinción, apreciable ya en las cerámicas bajomedievales
de los siglos XIV y XV.
Atendiendo a su distribución en la Península Ibérica, se aprecian los primeros indicios con seguridad
en los cuencos de loza dorada importados por el mando califal a Madinat az-Zahra’ a finales
del siglo IX y durante el siglo X.
A lo largo del siglo X la forma la encontramos en las importaciones halladas en Alberuela de
Tubo, Pajaroncillo, Burriana y Silves. A partir de este momento, los alfareros locales la incorporan
paso a paso a sus repertorios y la decoran, además, con motivos más personales y de carácter local.
Así se observa ya en el siglo X en la loza ‘verde-manganeso’ de Madinat az-Zahra’, acentuándose más
en el siglo XI, como también en otros yacimientos que presentan esta misma decoración, los de Palma
de Mallorca y Dénia. En la zona de Al-Garb se empieza a formar una tendencia de carácter más regional,
cuya decoración se caracteriza sobre todo por las filas de puntos enmarcadas entre dos trazos
(Mértola, Silves, Setefilla). También en la técnica de la Cuerda Seca encontramos algunos ejemplares,
como lo demuestran los hallazgos de Valencia y de Palma de Mallorca. De un alfarero de Valencia
tenemos también un pequeño cuenco que todavía imita exactamente a los prototipos.
En el siglo XI el panorama se amplía con las importaciones del Egipto fatimí, muy apreciadas
por su decoración en dorado. En estas producciones de los talleres de Fustat este tipo de forma tenía
un gran éxito, originalmente incitado también por las influencias del Oriente Próximo y Lejano.
Ejemplos de esta loza los tenemos de nuevo en Valencia y en Mértola, además de dos hallazgos de
Almenara y Pajaroncillo, según la investigación actual.
Piezas con y sin barniz se incluyen, durante y después de la misma época, en el espectro que
componen las formas de las alfarerías locales. Barnices de plomo, muchas veces monócromos y de
escasa decoración, muestran cómo la forma ya se había desligado de la estética de los originales. A
pesar de ésto, conserva siempre la misma función: servir y disponer los alimentos en la mesa con el
fin de satisfacer una cierta exigencia de representación. Ejemplos de este tipo existen en Benetuser,
Montinho de Laranjeiras y Beca.
Lo mismo podemos decir de las piezas de la Meseta, casi todas sin barnizar. Aquí se pone de
manifiesto, en muchos casos, el dominio de la tradición estilística local, caracterizada por una decoración
con engobes, en forma de trazos o como cubierta. La dispersión de dichos ejemplares, técnicamente
simples, cartografiados por Manuel Retuerce, muestran que existen en una cantidad considerable
en comparación con otras regiones de Al-Andalus, casi vacías de hallazgos. Sin duda, esto no
debe ser un reflejo de una distribución real, sino del estado de la investigación actual. De la misma
forma, se debe interpretar la escasez y ausencia de ejemplares con barniz de plomo.
También, durante los inquietos tiempos de la reconquista cristiana, los cambios estilísticos desarrollados
con la manifestación del gótico cristiano en las ciudades, la forma no deja de ser menos
apreciada. En el siglo XIV la observamos primero entre las cerámicas de verde-manganeso y después
en la cerámica azul de Paterna y Manises. La silueta, sin duda, aparece un poco mas estrecha,
debido a la moda gótica de las líneas verticales, siendo así parte de la gran manufactura cerámica de
Paterna, que a tantos países se exportó.

Destacan, entre los hallazgos de la Península Ibérica, los fragmentos de porcelana china en
Almería (s. X o XIII) y de celadón en Valencia (s. XIII).
Para terminar, podemos decir que estos cuencos con paredes ligeramente curvadas no se han
podido documentar, debido a la escasa cantidad de piezas encontradas en los yacimientos estudiados,
si bien este hecho se contrapone a la cierta continuidad que mantuvo la forma durante todo el tiempo
medieval.

Publicado

2020-12-01

Número

Sección

Artikel

Información bibliográfica y reseñas

Cómo citar

Heidenreich, A. (2020) “Schalen mit S-förmigem Profil in der islamischen Keramik der Iberischen Halbinsel”, Madrider Mitteilungen, 43, pp. 316–352. doi:10.34780/8fd1-d367.