»Den Vögeln zum Frass«. Ein Motiv der nordhispanischen, keltischen, etruskischen und griechischen Vasenmalerei und Reliefkunst

Resumen

Las anteriores consideraciones están dedicadas a un motivo probablemente de origen oriental antiguo, que se conocía desde finales del siglo VIII hasta mediados del siglo I a. C. durante varios siglos en la región mediterránea de Grecia pasando por Etruria y el valle del Rin, en los países germánicos hasta Hispania, especialmente Numancia y que se representaba en vasos, monedas y gemas. Su atractivo especial puede que esté relacionado con su crueldad, el descarnado atroz de los guerreros caídos en el campo de batalla por las aves carroñeras, que, en las imágenes figurativas de estos paisajes artísticos, incluyendo el griego, no tenía precedentes. A la larga tradición pictórica le corresponde una tradición literaria todavía más larga. Se trata de un topos, las ilustraciones pictóricas correspondientes se pueden denominar »topoi iconográficos«, un término que se introduce aquí por primera vez para designar unas imágenes que no son ni »imágenes de la vida real« ni »imágenes mitológicas«. En el curso del siglo II a. C. a raíz de una urbanización cada vez más fuerte de las mesetas bajo influencia romana surge con la pintura de vasos numantina un nuevo género de artefactos que se destacan por su colorido, así como por los motivos empleados entre los que se encuentran escasos motivos figurativos, pero por ello tanto más interesantes. Para ello los pintores de vasos locales se sirven de un inventario de motivos del este mediterráneo sobre todo griegos, que probablemente se conozca a través de las pinturas de vasos ibéricos. Quizás haya habido entre ellos algunos vasos griegos originales. A partir de ahí, el motivo puesto aquí en cuestión »para pasto de las aves« se asume al parecer para la cerámica numantina. El proceso de asunción no sólo se refiere al diseño, sino a todo el paquete compuesto por motivo, forma y el medio portador de imágenes, es decir el vaso cerámico. En una segunda etapa, tiene lugar su integración en contextos narrativos más amplios de lucha, batalla y muerte en las estelas fúnebres celtíberas acompañada de un aumento del tamaño de la imagen. En este punto entra otro modelo griego en forma de las estelas fúnebres del este griego, de las cuales se asume el medio de imágenes de piedra tanto como los elementos de composición, destacando entre ellos los de composición circular. Resumiendo, es posible realizar un seguimiento y observar mediante el ejemplo del motivo, el complejo proceso de formación de un género propio de artefactos como la pintura de vasos inicialmente y posteriormente las estelas fúnebres. El papel de los pintores de vasos y escultores autóctonos se limita al parecer a la selección de motivos de un inventario que en las estelas fúnebres se reconstituyó, de tal manera que se garantiza un flujo narrativo.