El suministro de agua en el cuarto y tercer milenio AC. El acueducto de Los Millares y la detección de indicios de fluctuaciones climáticas
https://doi.org/10.34780/564d-5l6d
Resumen
La fortificación de la Edad del Cobre de Los Millares fue descubierta por L. Siret en 1891. El suministro de agua por él descrito – un manantial situado aproximadamente a 1 km del asentamiento, una conducción de agua hacia el yacimiento y en su interior, así como un gran depósito de agua – han sido verificados y complementados mediante métodos arqueométricos. Los estudios por 230Th/U de los depósitos de carbonato de calcio en el interior de la fortificación proporcionaron una clara evidencia de la existencia de una conducción de agua con fugas, de la que el agua fluía, o al menos, goteaba constantemente durante la Edad del Cobre Temprano y Medio. Durante la existencia de la fortificación o poco después de ser abandonada se formaron concreciones de carbonato cálcico al final de un barranco que bordea la llanura de Los Millares, a unos 400 m del lugar de la fuente descrita por Siret. Se piensa que la salida de la fuente está a escasos metros más allá hacia el suroeste. Así mismo, se ha comprobado fehacientemente que el agua de este manantial alimentaba el acueducto de Los Millares. El hecho de que fuera una mezcla de agua termal y subterránea próxima a la superficie posibilita la detección de fluctuaciones climáticas en la Edad del Cobre Temprano y Medio.