Almizaraque and the Early Copper Metallurgy of Southeast Spain. New Data

Resumen

En este trabajo se presentan los resultados analíticos de una nueva serie de materiales relacionados con las actividades metalúrgicas desarrolladas en Almizaraque (minerales de cobre, escorias, fragmentos de vasijas de reducción y nódulos de metal). Se establecen comparaciones con los datos previamente
publicados sobre éste y otros yacimientos contemporáneos del sudeste peninsular y se elabora una visión más completa de la tecnología metalúrgica calcolítica para la obtención de cobre. La conclusión a la que se llega es que los restos arqueometalúrgicos analizados forman un conjunto coherente derivado más bien de procesos de fundición de minerales que de operaciones de refino de metal. El cobre arsenical se obtenía, en condiciones alejadas de las ideales, para la producción de escorias autofundentes: la masa heterogénea de escoria resultante debía ser machacada mecánicamente para extraer los nódulos de metal. Las escorias y escorificaciones en vasijas tienen una composición química similar, claramente diferenciada de la pasta cerámica. En ellas, las fases menores características e inclusiones halladas apuntan hacia procesos de fundición de mineral. Todas las escorias y escorificaciones aportan también la indicación de que el proceso de fundición tenía lugar en condiciones moderadamente oxidantes, aunque temporal y espacialmente tales condiciones eran lo suficientemente reductoras para que se formara cobre arsenical ferroso y, algunas veces, incluso speiss. La analítica de escorias, escorificaciones y nódulos de cobre se corresponde muy bien con los minerales cupríferos hallados en el yacimiento, que son básicamente productos de la alteración secundaria de fahlore: arseniatos de cobre, hidróxidos de hierro y otros minerales oxídicos. Ocasionalmente incluyen sulfuros primarios que fueron conjuntamente procesados de manera inconsciente. Las muestras de estos minerales contienen ganga adecuada para formar escorias similares, si no idénticas, a las encontradas en Almizaraque. La operación de fundición de los minerales se realizaba en vasijas grandes, de boca muy abierta, semejantes a las vasijas domésticas y, desde una perspectiva funcional, no parece que fueran elaboradas con arcilla particularmente refractaria. El calor era producido en el interior de las vasijas. Todas estas observaciones están de acuerdo con las publicadas anteriormente. Quedan, no obstante, algunos aspectos sin resolver adecuadamente, como es el refino del cobre en crisoles y el estudio de las escorificaciones en dichos crisoles para determinar semejanzas o divergencias con respecto a las escorificaciones en vasijas de reducción. Asimismo, cabría entrar en discusión sobre si los restos de vasijas con escorificación son debidos solamente a su uso como artilugios de reducción o servían también como crisoles para fundir cobre con minerales ricos en arsénico para obtener cobre arsenical. Esta segunda posibilidad no puede excluirse a priori, ya que los contenidos de arsénico varían considerablemente en minerales, escorias, nódulos de cobre y objetos. Sin embargo, esto obligaría a una reconstrucción más compleja de lo necesario, puesto que cinco de los seis minerales analizados aquí poseen proporciones cobre/arsénico adecuadas para producir cobre arsenical por reducción directa, sin necesidad de recurrir a una aleación posterior.