Guarrazar (Provinz Toledo). Bericht zu den Untersuchungen 2002 bis 2005
https://doi.org/10.34780/c0jz-d32l
Resumen
El lugar de los hallazgos de Guarrazar salió del poco de interés después de la atención que por poco tiempo le dedicó A. de los Ríos en el momento del hallazgo del tesoro. Las destrucciones provocadas por los saqueos y por la utilización del terreno para el cultivo parecían demasiado profundas, por lo que no se pensó en la posibilidad de realizar nuevas exploraciones. Por otro lado, con esto se asumía como un hecho que la topografía, la historia del asentamiento y la función del lugar del hallazgo nunca podrían sacarse a la luz de forma satisfactoria, e incluso el propio lugar del hallazgo y de las exploraciones posteriores pasó al olvido. La investigación realizada en el año 2002 (prospecciones
superficiales y geomagnéticas) estuvo dedicada a una primera exploración del lugar del hallazgo, cuya gran extensión a lo largo de cuatro terrazas queda reflejada en numerosos hallazgos superficiales, consistentes en tejas, cerámica y restos de elementos arquitectónicos. Las sorpresas surgieron con la identificación geofísica de amplias estructuras arquitectónicas en la ladera superior de Guarrazar y, en menor medida, en el ángulo noreste de la terraza 2. En 2004 se realizaron tres cortes en la terraza 2, donde fue posible documentar trazos de murallas bien conservadas, de hasta 0,7 m de altura, cuya utilización más reciente corresponde a la época árabe (siglos X/XI). Los hallazgos en el corte 1 (hogar, montón de desechos con huesos de animales y cerámica de uso corriente) apuntan a un asentamiento rural en este período. Es sorprendente la escasísima presencia de cerámica de época visigoda. Pero los fragmentos de ornamentación arquitectónica y los grandes bloques de sillería, característicos de la arquitectura visigoda, despejan toda duda acerca del asentamiento y de la relevancia de Guarrazar en los siglos VI y VII. En el año 2005 se llevó a cabo una prospección geofísica más, dedicada a la terraza 3b y al terreno contiguo por el norte. Ya las primeras imágenes geomagnéticas obtenidas dejaron entrever la existencia de varias construcciones. Asimismo, las imágenes obtenidas por geo-radar llevaron al descubrimiento de un edificio grande, cuyos límites sin embargo no están claros debido a anomalías, derrumbes y habitaciones rectangulares más al este. A pesar de ello, no cabe duda de que la zona de la terraza 3b representa uno de los dos núcleos constructivos
centrales de todo el yacimiento. Con esta prospección se cerró el proyecto por el momento. A pesar de ciertas dificultades, se pudo localizar el lugar del hallazgo y el de la antigua excavación realizada por de los Ríos. La estratigrafía intacta de los cortes 1 y 3/terraza 2 muestra que esta área no fue afectada por saqueos ni formó parte del espacio
explorado ya en 1859. La necrópolis con la cella memoriae y el lugar del hallazgo del tesoro, cuyos restos fueron investigados en aquella época, debe buscarse más abajo, en la ladera (terraza 1 y parte baja de la terraza 2). Futuras exploraciones deberían concentrarse en las terrazas 3b y 4. Las prospecciones geomagnéticas y adicionalmente los hallazgos de 2004 en el ángulo noreste de la terraza 2 han puesto suficientemente en evidencia que ahí se podrían encontrar plantas de edificios casi completas, además de otros hallazgos relevantes. La exploración de este complejo de edificaciones sin duda desempeñará un papel clave en la interpretación del lugar del hallazgo, así como en la cuestión sobre el tipo de transición que tuvo lugar entre la época visigoda y el período de dominación árabe. Es así como, a pesar de las destrucciones de los siglos XIX y XX, cabe conservar la esperanza de que se pueda esclarecer la historia de Guarrazar durante los periodos visigodo y árabe, y con ello se dilucide el contexto del hallazgo del tesoro.