El acueducto de Segovia y su inscripción. Dos decenios después de la ‘aventura epigráfica’
https://doi.org/10.34780/6dd8-du0x
Abstract
En el año 1992 emprendí la restitución de la inscripción monumental de ambas caras del magnífico Acueducto de Segovia, formada por letras de bronce. Éstas fueron fijadas a
los bloques de granito por medio de espigas y en épocas posteriores fueron desmontadas por lo que sólo se conservaron los agujeros de las espigas. El examen de estos paupérrimos restos de la inscripción como medio para reconstruir las letras, junto con las dificultades para acceder a la misma, a una altura de 20 m, constituyó en si mismo lo que podría llamarse una ‘aventura epigráfica’. Los resultados de esta empresa se publicaron ese mismo año en un informe provisional, pero el estudio detallado del acueducto no vio la luz hasta 1997. Este trabajo redactado en lengua alemana no se tradujo al español hasta el año 2010, cuando se editó como libro. Los resultados llamaron mucho la atención no sólo en el mundo científico, sino en círculos más amplios, sobre todo en España. La mayoría de los especialistas en epigrafía, arqueología e historia aceptaron los resultados presentados en la publicación; muchos de ellos con entusiamo, sobre todo los habitantes de Segovia. Sin embargo algunos especialistas
fueron escépticos y manifestaron sus críticas, circunstancia que requería una respuesta. Al mismo tiempo, en el transcurso de los 20 años pasados desde la ‘aventura epigráfica’, la observación de las numerosas reconstrucciones con parecidas técnicas, de inscripciones del mundo romano, así como nuevos documentos epigráficos de la Hispania romana, y concretamente de la ciudad romana de Segovia, verifican la validez del método para restituir el texto y apoyan la argumentación dada. También aportan nuevos conocimientos sobre la técnica de restitución de inscripciones con letras de bronce, sobre las iniciativas imperiales para la construcción y renovación del acueducto y sobre su contexto histórico. Por todo ello es legítima la tarea de dedicar un nuevo artículo al Acueducto y su inscripción dos decenios después de la ‘aventura epigráfica’.